En Vida - Almafuerte
 
 
De los pagos del tiempo (J. Larralde)
El pibe tigre (Ricardo Iorio)
Lanzado al mundo (V8)
Atravesando todo límite (Ana Mourin - Ricardo Iorio)
1999 (Ricardo Iorio)
Por nacer (Ricardo Iorio - Claudio Marciello)
Sentir indiano (Ricardo Iorio)
Mal bicho (Flavio Cianciarullo)
De mandadores y mandados (Flavio Cianciarullo - Ricardo Iorio)
Gil trabajador (Ricardo Iorio)
Moraleja (Ricardo Iorio)
Ayer deseo, hoy realidad (Ricardo Iorio)
Zamba de resurrección (Ricardo Iorio - Claudio Marciello)
Dijo el droguero al drogador (Ricardo Iorio)
Del más alla (Ricardo Iorio)
 

 
De los pagos del tiempo (J. Larralde)
De los pagos del tiempo me he llegao,
y a los pagos del tiempo he de seguir.
Rejuntando majadas de vergüenzas cansadas,
pa' brindar el resuello de un sentir.
Y en los campos de nadie pastorear,
la gauchada que sola se ha quedao.
Y en los postes del hambre
viá cortar el alambre,
pa' que nadie se sienta acorralao.
Pueda ser que me aguante hasta llegar.
este flete de sueños que he montao.
Pa' llevar despacito
sin perradas ni gritos,
mis vergüenzas cansadas.
O en la cruz de un camino
habrá de hallarme el destino,
masticándome el alma.
Masticándome el alma.
Masticándome el alma.
De los pagos del tiempo me he llegao,
y a los pagos del tiempo he de seguir.
Nunca digan que es nunca,
la esperanza se trunca
cuando el hombre se arruga al sufrir.
Si lastima la nada de no ser,
y el sentir nunca es nada pa' saber.
Si la duda se agranda,
la conciencia se ablanda
y el vivir es distancia.
O en la cruz de un camino
habrá de hallarme el destino,
masticándome el alma.
Masticándome el alma.
Masticándome el alma.
 
 

El pibe tigre (Ricardo Iorio)

Mañana es ya.
Y sin achiques,
el pibe marcha pedaleando
a laburar.
Desayunó mate de origen.
Masticó algo; prendió un faso
y se alejó.
A ganarse un hueso como changarín,
de un trompa extranjero que compra el país.
y lo derrite después.
Haciendo al pibe que estibe.
Lo vi volver, tarde y deshecho.
De su batalla cotidiana;
hecha hoy canción.
Sonrió al entrar.
Tomó alimento.
Dejó en la mesa lo ganado, y se acostó.
Rezó a Dios pidiendo antes de dormir
por ser contratado, obteniendo así
los beneficios de ser un efectivo por ley.
Mañana es ya.
Despierta el pibe,
esperanzado nuevamente va otra vez.
Duro al pedal, pitando un firme.
De obra social sus sueños son,
hasta que ve.
Acreditadores, agitandose.
El galpón vacío, la yuta y el juez.
Y a quienes dicen, que él,
cargó el derrite ayer.
un oficial se lleva al pibe.
Como implicado en el embrollo que estalló.
y en su natal país de origen,
el trompa gringo aterriza con el montón.
¡Dale, cantá pibe!
Dice el golpeador.
¿Donde está el derrite?
¿Quién se lo llevó?
Una vez libre volvió,
sin ser el mismo. Ya no.
Le dieron sin asco, hasta que cayó,
para ser pateado, hasta que murió.
El pibe tigre aquel,
del barrio Carlos Gardel.
Fue a cajón cerrado,
que se lo veló.
Pues fue desmembrado como donador,
el pibe tigre aquel del barrio Carlos Gardel.
¿Porqué será, que aún es esto
posible de ser?
 
 

Lanzado al mundo (V8)

Ya la tempestad,
ha reabierto las heridas
lanzándome al mundo hoy...
la realidad de una tierra hostil y fría
me muestra su cruel verdad...
harto de ideales que padecen en la ira
a esta altura quién soy yo
azotes del mal son, que envía Satán
ya Dios no los conduce hoy...
Se asombran aún más
ante el son del Heavy-Metal!!!!
pues no lo dejan pensar
que herramientas manejadas
por perversas mentes
que construyen el final!
 
 

Atravesando todo límite (Ana Mourin - Ricardo Iorio)

A las montañas del noroeste Argentino
te dirigiste, hermano,
dejando grabado por siempre
en mi corazón aquel fuerte abrazo.
Donde mostraste tu íntima conciencia
de guerrero impecable
que marcha firme a cumplir su destino
sin nada a nadie deber.
Pasó el tiempo y sin saber nada de vos,
corrimos a buscarte.
Soñé con verte libre a la luz del sol
y sé que lo lograste,
mas sólo  fueron testigos esas inmensidades.
Historia triste fue vernos vencidos
y sin hallarte volver, tener que volver
a enfrentar caras de gente que no entiende
y que con burlas justifica su ignorancia,
olvidando que la pesadilla
suele hacerse realidad, y ahí que pasa?
Que el viento lleve esta canción a tus oídos
salvando distancias,
y que en tu estrella observes
que aún sigo de pie.
Es mi esperanza.
Sigo intentando andar el camino
para el cual me formaste,
y aunque sin vos se ha tomado muy duro,
no me dejaré vencer.
No te fallaré!
Es mi egoísmo el que se rebela a perderte
y mi alma no saber cual fue tu suerte
hermano mío sólo resta decirte
que jamás te olvidaré.
 

 
Desencuentro (Aníbal Troilo - Cátulo Castillo)

Estás desorientado y no sabés,
qué bondi hay que tomar, para seguir.
Y en triste desencuentro con la fé,
querés cruzar el mar, y no podés.
La araña que salvaste te picó.
Qué vas a hacer.
Y el hombre que ayudaste te hizo mal,
dale que vá.
Y todo un carnaval, gritando pisoteó,
la mano fraternal que Dios te dió.
Que desencuentro.
Si hasta Dios está lejano.
Sangrás por dentro.
Todo es cuento,
todo es fin.
Si en un corso a contramano,
un grupi trampeó a Jesús.
No te fies ni de tu hermano,
se te cuelgan de la cruz.
Quisiste con ternura y el amor,
te devoró de atrás, hasta el riñón.
Se rieron de tu abrazo y ahí nomás,
te hundieron con rencor, todo el arpón.
Amargo desencuentro,
porque ves que es al revés.
Creíste en la honradez y en la moral,
que estupidez.
Por eso en tu total fracaso de vivir,
ni el tiro del final te va a salir.
 
 

1999 (Ricardo Iorio)

Falsa Fe, falso perdón de los pecados.
Dioses que, fueron vendidos y comprados.
Por cretinos que olvidaron que
el infierno es hoy.
Y que, el motivo ocultado reencarnación.
Por la T.V.. Varones putos y egoístas.
Muestran que fue, mintiendo amor como sonrisas.
Lo peor es dejarse llevar por la mierda que,
los mal cogidos de antaño siguen predicando.
No es por razón de la fuerza,
sino, por fuerza de razón.
Que la hora de su hora ya llegó.
Sin perseguirme, mando yo mi parecer.
Y que reviente el que banque,
o se aguante, Quien no es conmigo.
No es por razón de la fuerza,
sino, por fuerza de razón.
Que la hora de su hora ya llegó.
Sin perseguirme, mando yo mi parecer.
Y que reviente el que banque,
o se aguante, Quien no es conmigo.
No es por razón de la fuerza,
sino, por fuerza de razón.
Que la hora de su hora ya llegó.
Que la hora de su hora ya llegó.



Buitres

Buitres a la espera
de mi caída están.
Rondando sobrevuelan
mi andar desde lo alto,
cobardemente.
Con ásperos graznidos
ruegan al Dios rapaz,
puedan la carne mía,
ya sin vida devorarse,
y hartar sus vientres.
Buitres rapaces maldicen mi suerte.
Pero yo sigo marchando hacia el frente.
Sin más que razón por motivo
y con verdad, en soledad,
mi destino llevo por el rumbo esquivo.
Siguiendo el rastro dejado por quienes
no se entregaron, como tantos suelen.
Quienes jamás negociaron mentiras
por complacer al botón, al ortiva,
al carnero ó al vigía.
Razón es gran motivo.
Verdad, es soledad.
Los buitres enemigos,
un castigo que he ganado.
Y no lamento.
El rastro con que guío,
los pasos de mi andar,
son del modelo vivo
que persigo por lo grande
del sentimiento.
Por eso sigo marchando hacia el frente,
mientras los buitres maldicen mi suerte.
Sin más que razón por motivo
y con verdad, en soledad,
mi destino llevo por el rumbo esquivo.
 
 
 
Por nacer (Ricardo Iorio - Claudio Marciello)

Por nacer, en este suelo.
Hice un pacto yo con Dios
o tal vez fue con el diablo,
no lo sé.
Solo recuerdo el mandato decidor,
de no callar lo que tanto se calló.
Después, parece no importarle.
A quién, parece no sentir.
Tal vez, porque guardando el pan.
Se cree, dueño del buen vivir.
Pobre de él.
El orejero cipayo del patrón.
De quien decreto o palazo manda
sean ley.
Por mantener a resguardo el botín,
de los que matan con hambre
a la nación.
Donde yo, soñando estoy morir.
Como quién soñando está crecer.
Después, parece no importarle.
A quién, parece no sentir.
Tal vez, prefiere olvidar,
por bien de su propio existir.
 
 
 
Sentir indiano (Ricardo Iorio)
Sentir indiano en mi corazón,
canción ha parido.
Para el que siente o quiere sentir,
orgullo nativo.
Del malinche es la maldición,
del huinca el gualicho.
Del Dios blanco el terrorismo,
Satanás y Cristo.
Madre tierra, padre sol.
Ni demonio, ni señor.
Pareciera más coherente,
adorarlos nuevamente.
Que el engaño santurrón
de los muertos vivos.
Que este rumbo destructivo,
o el miedo al castigo.
Sentimiento indiano,
orgullo nativo.
Han parido este canto en el corazón mío.
Que exaltar tu origen
aborigen intenta.
Sangre nueva de la raza
que aún ser libre sueña.
Madre tierra, padre sol.
Dioses vivos, hoy por hoy.
Grandes testigos silentes,
de la humanidad inconsciente.
y su afán devorador de infierno y suplicio.
Del progreso bendecido,
por Dioses traídos.
Sentimiento indiano,
orgullo nativo.
Han parido este canto en el corazón mío.
Que exaltar tu origen
aborigen intenta.
Sangre nueva de la raza
que aún ser libre sueña.
 
 
Mal bicho (Flavio Cianciarullo)

Vos, que andás diciendo
que hay mejores y peores.
Vos, que andás diciendo
que se debe hacer.
Vos, que andás diciendo
que hay mejores y peores.
Vos, que andás diciendo
que se debe hacer.
Escuchá lo que te canto,
pero no confundir.
Es de paz lo que mando.
Hablás de privilegios
de una raza soberana.
Superiores, inferiores.
Minga de poder.
Cómo se te ocurre que
algunos son elegidos,
y otros son para el descarte.
¡Ambiciones de poder!
Es malo tu destino,
que marcó tu camino.
la canción que es valiente,
es canción para siempre.
Como dijo mi abuela:
aquí, el que no corre, vuela.
Y en el planeta son tantos.
Como pueden ser tantos.
En la escuela nos enseñan a memorizar,
fechas de batallas,
qué poco enseñan de amor.
¡Discriminar! Eso no está nada bien.
Ante los ojos de Dios, todos somos iguales.
Sos el que hace las guerras,
dicta falsas condenas.
El que ama la violencia,
que no tiene conciencia.
¡Mal bicho!
Todos te dicen que sos.
¡Mal bicho!
Todos te dicen que sos.
¡Mal bicho!
Todos te dicen que sos.
¡Mal bicho!
Así es como te ven.
Por qué vas lastimando
a quién se ve distinto,
imponiento posturas
sólo con mano dura.
Vos tenés para abrigo,
otros mueren de frío.
Sos el que anda matando,
el que va torturando.
¡Mal bicho!
Todos te dicen que sos.
¡Mal bicho!
Así es como te ves.
¡Mal bicho!
Todos te dicen que sos.
¡Mal bicho!
Así es como te ves.
 

De mandadores y mandados (Flavio Cianciarullo - Ricardo Iorio)

Chupa cirios,
buscando el Diablo en la carne.
Cofradías de la falsa resurrección.
En lo más morbido del alma,
de miserias y serpientes.
Sucios son los beneficios, y la  gente,
cae en maldita desgracia.
¡Con el perdón!
Karma de siglos,
no creer en lo que no se ve.
Prender velas, recoger el diezmo de hoy.
No hay pecado sin tortura.
De los mártires la culpa.
Sucios son los beneficios,
y la gente cae en maldita desgracia.
Mandadores y mandados,
es la historia del planeta.
Mandadores y mandados,
por favor ya larguenme.
¡Con su perdón!
No hay pecado sin tortura.
De los mártires la culpa.
Sucios son los beneficios,
y la gente cae en maldita desgracia.
Mandadores y mandados,
es la historia del planeta.
Mandadores y mandados,
por favor ya larguenme.
¡Con su perdón!
 
 
 
Gil trabajador (Ricardo Iorio)

El tormento del vino artificial
y su atmósfera parrillera
anestesian la conciencia común,
que transcurre su infancia,
en la tierra estomacal.
Masticando esta siniestra heredad,
prisionero estoy en mi ciudad natal.
Donando sangre al antojo de un patrón,
por un mísero sueldo.
Con el cual, no logro esquivar,
el trago amargo de este mal momento.
Mientras el mundo policía y ladrón,
me bautiza sonriendo gil trabajador.
Bestia humana que duermes aún
de la cuna al ataúd.
Extraviada del rumbo a seguir,
por ignorar que no existe.
El fin, de que escapar.
De Pacheco a la Paternal,
de Dock Sud a 3 de Febrero.
Mis amigos con el corazón,
escuchan esta canción.
Para atravezar, el trago amargo
de este mal momento,
mientras el mundo policía y ladrón,
me bautiza sonriendo
gil trabajador,
gil trabajador!
 
 
Moraleja (Ricardo Iorio)

Siempre ansié cantar.
El canto macho, nativo de mi nación.
Para enterarte.
Para informarte que, también yo he nacido.
En el terreno del Atlántico a los Andes.
Del verde Chaco a los hielos fueguinos.
tan solo, sueños alocados.
De un gringo argentino.
Pampas del Ranquel.
Sierras del Comechingón.
Sepan, que quien canta lleva en la sangre,
la historia final del malón.
Y conoce la moraleja.
El que no coje se deja, por eso lo estoy cantando;
el que no coje se deja
la puta que lo parió.
Por los niños pobres que no tienen hambre.
Por la suerte, y por las apariciones de la luz mala.
Por el Cristo salvador, por el diezmo señor.
Aquí sus pecados, hemos de salvarle,
y vengan las cristianías, y la gente.
Muerta de hambre.
 
 
Ayer deseo, hoy realidad (Ricardo Iorio)

Se me cumple, hoy el sueño pendejo de ayer.
Y fue por rebelde,
que al metal pesado me aguanté.
Salir de gira, para llevarte en vivo el concierto.
Exalta mi vida, cumplir con lo que fue mi deseo.
Cuando ya lejos de la ciudad central,
los horizontes me ven,
rutas andar para llegar y mostrar,
que soy quien quise ser.
Desde siempre esperaba yo esta suerte.
Y no será al pedo, pues de ayer vengo,
sinchando por verdad.
Que escuchen ellos, la razón y el porque de mi cantar.
Que donde llega, seguro alguien sintiéndolo está.
Voy sin pensar en ganar o perder.
Disfrutando cada instante.
De mi soñar hecho real.
Al cual de pibe aposté.
 
 
 
Zamba de resurrección (Ricardo Iorio - Claudio Marciello)

Mía es la voz que lo canta,
y es por sentir que me atrevo.
Con las raíces que tantos olvidan,
persiguiendo foráneos modelos.
Tradiciones del país,
que forjaron aquellos.
En fortines aguantando
el malón traicionero.
Que bien describe José Hernandez,
en su Martín Fierro.
Digo en la zamba que hasta mí
trajo, este guitarrero.
Hoy, que en toda su extensión
la patria está alambrada,
desheredados, gauchos e indios
empobrecidos, reencarnan.
Y con toda su ansiedad
por poseer lo que aquellos,
mueven la rueda del escolazo
y el condenable escapismo siniestro.
Que me describe en su cotidiano
plato de alimento.
Miente la historia,
digo en la zamba de este guitarrero.
Zamba de resurrección,
te darán criollas guitarras.
Yo mis decires dejo contigo,
para honra de la raza.
A las raíces restará olvido,
quien guste entonarla.
Como yo mismo
y sin perseguirme,
me he atrevido a hacer.
 

Dijo el droguero al drogador (Ricardo Iorio)

Decir no a la droga
es negar a Dios.
Dijo el droguero al drogador.
Droguerías droguen, drogadicción.
Drogadependientes, drogadictos.
Drogaron, drogan y drogarán
al drogón drogado, drogadizado.
Doctores de la Ley,
que no defenderán,
sin efectivo en mano
ó propiedad que embargar.
Juzgado, juicio, juez
justicia juzgarán.
Prisiones desbordantes,
sueños de libertad.
De antecedentes, averiguación.
Comisaría, incomunicación.
Trato humillante de sobrador.
Afirmativo, negativo.
Libres droguero y drogador
no son controlados, ni averiguados.
 
Beneficiándose, con lo prohibido están.
La tentación es gigante,
la tentación es legal.
Por eso me encerré
frente al televisor,
esperando la muerte,
madre que los parió.
Noticias vendidas por el controlador
se televisan, mostrando acción.
La eficaz requiza, positivo dió.
Y en Chacarita se incineró,
toda la droga que hiba a drogar
al drogón drogado, drogadizado.
Por tu suerte
 
 
 
Del más alla (Ricardo Iorio)

Yo tengo amigos en el más allá
esperándome.
Desencarnados espíritus graves
mentores de mi expresión.
Amigos míos que se fueron ya.
Y otros que vivos no los recuerdo,
son lo que intuyo y visten mi
cantar con pasión.
Fui como ellos en el más allá,
y ellos como yo hoy.
Un ida y vuelta del reencarne
por cantar verdades para siempre.
No hay exorcismo que cure mi mal.
Es puro karma que lavar quiero.
Canales que abren los vicios intuición.
Muy justo es que quien tema, tiemble.
La conciencia es Dios.
Y es para quienes se opongan
a esto, que cantándolo estoy mismo.
No hay exorcismo que cure mi mal.
Es puro karma que lavar quiero.
Canales que abren los vicios intuición.
Amigos míos que sefueron ya.
Y otros que vivos no los recuerdo,
son lo que intuyo y visten mi
cantar con pasión.
 
 
 
 
 
 
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